
Aston
El futuro de las finanzas empieza en la adolescencia.
Aston nació para resolver una brecha en el sistema financiero que no podía seguir siendo ignorada: los menores de edad quedaban excluidos, no por falta de interés, sino porque no había herramientas diseñadas para ellos.
Sin acceso a cuentas propias, sin educación financiera y sin la posibilidad de ahorrar o invertir, el dinero que recibían se gastaba sin una visión de futuro.
Al mismo tiempo, los padres enfrentaban un dilema: querían darles dinero a sus hijos, pero sin un mecanismo para acompañarlos en su aprendizaje financiero.
La falta de visibilidad y control no solo generaba desconfianza, sino que también dificultaba la educación sobre el valor del dinero.
Así nació Aston, inicialmente como una fintech B2C, con la misión de brindar a los menores una cuenta bancaria y una plataforma para aprender a gestionar su dinero desde pequeños. Pero pronto quedó claro que, para generar un impacto real, había que escalar la solución.
Las fintechs y los bancos ya empezaban a ofrecer cuentas para menores, pero muchos aún no lo hacían, perdiendo terreno frente a la competencia.
Aston evolucionó a un modelo B2B, brindando a bancos y fintechs la tecnología necesaria para integrar educación financiera y control parental dentro de sus plataformas, captando y fidelizando a un segmento clave para el futuro.
Hoy, Aston sigue con la misma misión: cambiar la forma en que los jóvenes se relacionan con el dinero, pero ahora lo hace a gran escala, potenciando el ecosistema financiero desde adentro.